La mafiocracia en cacería de brujas
Si algo ha caracterizado a este régimen narco-paramilitar que está viendo como se le apagan las velas como cuando el cumbión llega a la madrugada, es precisamente la cacería de brujas.
La importancia de un adecuado uso de los medios
Siempre se tildó a las FARC como que estaban ´atrasadas´ en lo relativo a la información oportuna a los colombianos, el pueblo colombiano, y a la comunidad internacional. Decían los medios oligárquicos, con un dejo de desprecio, que las FARC no podían mantener una comunicación diaria con el conjunto de la sociedad colombiana porque ´que iban a saber esos ´campesinos´ de comunicación, radio, revistas, prensa, etc´.
El NO no es a la re-elección, es al régimen narco-paramilitar
Por estos días los rosaditos -liberales y expolos- están reuniéndose para acordar la ´estrategia´ anti-reeleccionista. Con lo cual entran al juego que quiere Uribhitler y ´camorra´. Si, esa es la triste verdad. Los verdaderos revolucionarios no podemos caer en los jueguitos a que nos somete la derecha rancia y la narco-paramilitar, es decir, la narco-para-oligarquía.
Todo sátrapa tiene su José Obtuso
La situación ha sido mostrada en todo su esplendor por nuestro querido Gabito, quien por estos días se está despidiendo de las personas que lo quieren entrañablemente, o sea de todos. El libro al que me refiero es el infaltable ”El otoño del patriarca” y el pasaje se inica en la página 208 (Ed. Plaza y Janés, primera edición, 1975), con la presentación de ”José Ignacio Sáenz de la Barra para servir a su excelencia, el último vástago suelto de nuestra aristocracia” quien en cumplimiento de sus ´funciones´ le envió un ”costal que parecía de cocos ... como primer abono del acuerdo, seis cabezas cortadas con el certificado de defunción respectivo...” y le prometió que ”acabaremos cuando ellos se acaben, qué bárbaro.”
La guerra y la política

Dice Klausewitz que ´la guerra es la continuación de la política, pero por otros medios´. Esa es una verdad incontrovertible. Ninguno, ni siquiera los más estúpidos oligarcas o narco-para-oligarcas, como José Obtuso, puede ir contra esa máxima. Es más, ellos la aplican al máximo.