Los miserables y la Paz

jueves, 27 de noviembre de 2008

La narco-para-oligarquía ha demostrado cuán miserables son. Asesinan y le echan la culpa a la víctima. De la Calle y sus miserablezas.

Allende La Paz, ANNCOL

Los miserables están de moda. Pero no es la famosa obra de Víctor Hugo -que nos permite entender un poco a la Francia, pero no la de Sarkozy-, sino a los miserables narco-para-oligarcas colombianos que están dando tanto que hablar, como siempre por sus desaciertos, errores y delitos que por sus buenas obras.

Razón tiene Cecilia López cuando tilda a 'uribito' Arias de miserable, y yo diría que con mayúscula. ¿Y qué se puede esperar de un tipejo que no ha sido capaz de construir su propia personalidad y pretende pasar como el 'clon' de Uribhitler? ¿Se podrá imaginar alguien mayor miserableza? No, no, no hay, jamás.

Pero los demás de la narco-para-oligárquía no se quedan atrás. Uno de ellos es el siempre incapaz Humberto de la Calle Lombana -que más bien debería llamarse Lambón-, porque ha estado siempre ahí, sobando chaquetas y pasando su lengua por los zapatos de sus 'amos', Gaviria y Uribhitler.

Pretende ahora de la Calle revisar la historia de Colombia, como si los colombianos no supiéramos cómo ha sido la política de la narco-para-oligarquía en relación con el conflicto armado y la paz. Recuérdese que de la Calle Lambón fue enviado a Caracas por el gobierno del 'apertura económica' Gaviria, para los diálogos de Paz con las FARC y lo único que hizo fue llegar con discurso contrareconciliación, cuando todo el mundo esperaba lo contrario, porque así lo querían todos los colombianos. Ahí siguieron todas las jugarretas del ya narco-estado colombiano que pretendía -y aún pretende- que la guerrilla llegue a la mesa de negociación a decir 'perdón, aquí están mis armas', como si el nacimiento y desarrollo de la guerrilla no se hubiera dado por las causas políticas, económicas y sociales que aún hoy persisten.

De la Calle fue el exponente de otra oportunidad perdida para alcanzar la Paz en Colombia. Por ello no es de extrañar que diga la 'estabilidad política de Colombia se debe a las FARC'. Si él lo dice por algo será y viene en confirmación de nuestra posición de que si no existieran las FARC Colombia sería verdaderamente el paraíso para la mafia mundial. Pero en lo que demuestra su enorme miserableza es cuando dice que -cita de El Espectador-: "El grupo al margen de la ley "ha eliminado a las organizaciones de izquierda, muy buena parte de los sindicalistas, los matices de izquierda y algunos de los partidos tradicionales"". [1] Es natural que el miserable de la Calle Lambón diga esto para tratar de esconder el Terrorismo de Estado del cual él como mininterior fue uno de sus ejecutores.

Quiero recordarles a los lectores las cifras que ha compilado el Padre Javier Giraldo, quien informa que en la administración de César Gaviria Trujillo hubo "14.850 muertes violentas relacionadas con el conflicto interno y 5.043 presos políticos". ¿Será que estos muertos no están en la conciencia miserable de de la Calle? ¿Será que se olvidó de los presos políticos durante la administración de su jefe? Según nuestras cuentas, César Gaviria Trujillo aplicó el Terrorismo de Estado con igual sevicia que Uribhitler. 14.850 muertos por Gaviria es mayor que 11.282 víctimas de Uribhitler. ¿Y quién fue mininterior de Gaviria? De la Calle.

Es necesario recordar que Humberto de la Calle Lombana fue también ministro del interior del presidente Andrés Pastrana Arango durante los años 2000 y 2001. Pastrana será recordadopor haber sido quien dio inicio al Plan Colombia en el 2000 y al termino de su administración tenía en su haber 28.000 vícitmas asesinadas mediante desapariciones, ejecuciones extrajudiciales y masacres. De la Calle vuelve a demostrarse como un pleno aplicador del Terrorismo de Estado.

¿Y quiénes eran esos muertos? Sindicalistas, dirigentes políticos de la izquierda, líderes barriales, comunales, etc. Todos del pueblo. Para lograr el propósito de paralizar la protesta social para implementar la 'apertura de nalgas', perdón, 'apertura económica' o neoliberalismo que implementaba César Gaviria, siguiendo las directrices del FMI y la banca mundial.

Pero de la Calle deja traslucir lo que piensan los narco-para-oligarcas colombianos. Dice que "cuando hay una protesta siempre se piensa en las Farc, "se piensa en violencia, se piensa en secuestro"". 'Se piensa', 'se', 'se'. ¿Por qué más bien no dice de la Calle que 'pensamos los narco-para-oligarcas'? Porque cuando él dice 'se' lo que realmente quiere decir es 'a lo que tememos los narco-para-oligarcas'.

Claro está que 'entre bomberos no se pisan las mangueras'. De la Calle, Gaviria, Uribhitler tienen en común miles de muertos a sus espaldas, en sus conciencias, si es que la tienen los miserables. Uno de esos muertos fue precisamente la hermana de Gaviria, que él perdonó a los amigos de Uribhitler que la asesinaron, como perdonó Turbay Ayala el asesinato de Diana Turbay por parte de la policía, dizque porque 'primero las instituciones'. Tal vez por eso el miserable vicepresidente del régimen narco-paramilitar, Fachito Santos, reconocido por su propuesta de un Bloque Capital narcoparaco (que se llevó a cabo y aún 'funciona'), dice ahora que el "Acuerdo Humanitario no tiene razón de ser". ¿Será que 10, 8, 5, X años en poder de la insurgencia, cuando fueron capturados en combate, no es una 'razón de ser'?

Lo que están demostrando los miserables de la narco-para-oligarquía es el terror que en realidad le tienen a las FARC. Por todos los medios tratan de impedir la movilización del pueblo -cárcel, asesinatos, desapariciones, masacres, desplazamientos-, y cuando el pueblo se moviliza entonces tratan de sembrar el desconcierto entre el pueblo. Por eso estamos seguros -y ya hasta Samper se los dice-, las FARC dicta con sus acciones político-militares la política que sigue el régimen narco-paramilitar.

De acuerdo estamos todas las vertientes del movimiento popular que en Colombia es imprescindible la combinación real, efectiva, de todas las formas de lucha de masas, sin despreciar ninguna, porque es precisamente la narco-para-oligarquía la que desde siempre las ha practicado. Y quien pretenda ir contra la historia será dejado de lado. Lo nuevo es que la narco-para-oligarquía colombiana en estos momentos no tiene la iniciativa -la perdió hace años- y esa iniciativa está en manos del pueblo armado y desarmado. Por eso debemos seguir haciendo 'la minga' hacia el propósito de construir un Nuevo Gobierno que enrumbe hacia la Nueva Colombia. Porque el pueblo sabe que quiénes luchan con las armas en lamano son también hijos del pueblo. Así les duela a más de un miserable!







Notas:

[1] http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo93679-buena-parte-de-estabilidad-politica-se-le-debe-farc

[2] http://books.google.com/books?id=xu1yVGHVGN8C&pg=PA22&lpg=PA22&dq=asesinato+diana++turbay&source=web&ots=Yq7AhyrZ3r&sig=c2baS0XyfZshRkogTRzyxy1Z5kk&hl=es&sa=X&oi=book_result&resnum=9&ct=result#PPA23,M1

Filed Under: