El fuero militar y la impunidad en Colombia

Allende La Paz, NotiColombia Press

La roncha que produjo la sentencia por el caso del Palacio de Justicia obligó al narco-paramilitar presidente, Uribhitler, a llamar al ministro de defensa, Gabriel Silva, a la Casa de Nari. Es que definitivamente en Colombia se ha pretendido extender un manto de impunidad sobre las actuaciones de los funcionarios estatales.

Porque la verdad es que nunca como ahora se ha pretendido acallar a la justicia que, aunque burguesa, es su justicia y ella contempla el respeto de la Constitución Nacional. Quien viole la ley debe responder por esa violación, sea quien sea, desde el presidente de la república, senadores, funcionarios del poder judicial, hasta el más humilde trabajador del nivel local.

Nadie está por encima de la ley, nadie está por encima de la Constitución. Todos los funcionarios públicos son susceptibles de ser demandados si en ejercicio de sus funciones se extralimita. Igual a nivel privado. No hay un manto especial para ellos porque de ese manto es que se genera la impunidad.

Es como si se expidiera un decreto que contemplara la impunidad para un acto médico irresponsable, negligente, o culposo, que produce la muerte de un paciente o lo deja con secuelas irreversibles. Así,todos, absolutamente todos, los funcionarios estatales tienen derechos y tienen obligaciones.

El fuero militar a nivel internacional

El fuero militar ha existido desde el imperio romano, pero es después de la guerra de Vietnam que entra a ser considerado de especial interés para los pueblos. Los asesinatos cometidos por soldados del ejército estadounidense produjo tal sensibilización en su pueblo que, antes que nada, redundó en la extensión de los derechos y libertades públicas y limitó el fuero militar. Ejemplos claros los tenemos en las matanzas cometidas por soldados estadounidenses en Vietnam.

Mas es a partir de esos juzgamientos que los militares estadounidenses comienzan a exigir un fuero especial, de impunidad total a las acciones cometidas en las misiones, en razón de que sus misiones son misiones de invasión a otros países y la población nativa es considerada parias, al tiempo que nadie más que los militares saben que el objetivo de esas invasiones es precisamente el robo de los recursos naturales de otro país, del cual se favorecen las multinacionales.

El fuero militar en Colombia

Si bien es cierto que se considera ”justificativa dentro del Modelo del Estado Social de Derecho, en razón a la naturaleza misma de la Fuerza Pública, esto es, la loable misión de defender la soberanía nacional, la independencia, el orden público, así como la integridad del territorio nacional y del orden constitucional. En tal sentido, la Fuerza Pública ejerce y desarrolla una serie de funciones vitales para la superviviencia del Estado, de forma que sus miembros deben someterse al cumplimiento de reglas, obligaciones y deberes particulares y diferentes a los del ciudadano”. (1)

La cuestión radica en que la Fuerza Pública ha usado y abusado de tal manera del fuero militar que ha propiciado la impunidad para los delitos cometidos por los militares y policías, máxime cuando siempre actúa como ejército invasor en su propio territorio bajo la excusa del conflicto interno, y echa mano del espíritu de cuerpo para excusar su anómalo y criminal proceder. Es importante aclarar que éstas conductas criminales están contempladas en las Doctrinas que avalan el accionar militar, como la Doctrina de Seguridad Nacional que permite ver como ”enemigo interno” a la propia población nativa.

Son miles de casos de militares comprometidos en delitos comunes que no producen ninguna condena por parte de los tribunales militares, que la justicia ordinaria tuvo que tomar en sus manos el juzgamiento de éstos casos, no sin una enorme lucha de resistencia de la justicia penal militar. Igualmente las denuncias de las tropelías de la Fuerza Pública cometidas contra los pobres de Colombia son excusadas con un manto de impunidad bajo el argumento de la ”lucha anti-subversiva”. (4)

Por éstas y otras razones el fuero militar fue perdiendo credibilidad entre el pueblo, en la medida de la impunidad creciente de los miembros de la Fuerza Pública. Actos como el del Palacio de Justica, con el uso desproporcionado de fuerza y la desaparición de los sobreviventes de tan horrendo suceso de la vida nacional, pone a lo que algunos llaman la ”opinión pública” en alerta, aserto que se vuelve certeza en la medida en que se van conociendo grabaciones, pruebas documentales y confesiones de algunos de los propios participantes en lo que se dió en llamar muy acertadamente ”La contra-toma del Palacio de Justicia”.

Así podemos citar la violación de los derechos humanos de los colombianos como una de las pricipales fuerzas movilizadoras contra la impunidad de los agresores de la Fuerza Pública. Tal denuncia ha encontrado oídos receptivos en la comunidad internacional que, por ejemplo, la ONU movilizó a Colombia un Relator Especial para las Ejecuciones Extrajudiciales cometidas por los miembros del ejército. 2.200 víctimas no pueden pasar desapercibidas para cualqueir ojo atento, 98% en la más total impunidad, y eso es una cantidad ínfima ante la tremenda crisis humanitaria que vivimos los colombianos por cuenta de las fuerzas militares-narcoparamilitares. (5)

Impunidad para todos

La pretensión del régimen narco-paramilitar de Uribhitler ha sido precisamente el logro no sólo de la impunidad para los militares recurriendo al ”fuero militar”, sino también que ellos saben que la condena por los desaparecidos del Palacio de Justicia se convierte en una ”ventana” por la cual se comienza el juzgamiento de los jerarcas gubernamentales implicados en serios y variados delitos, empezando por el propio presidente.

Están a la espera el juzgamiento del ministro de Protección y Acción Social, Diego Palacios, por el delito de co-hecho para favorecer la re-elección de Uribhitler en el 2006, Sabas Pretelt de la Vega, ex embajador en Italia, delito por el cual ya fueron condenados Yidis Medina y Teodolindo Avendaño. Y por ahí se abre el portillo contra la impunidad.

Es menester recordar que la impunidad pretendida por el gobierno narco-paramilitar ha sido resquebrajada por la honorable Corte Suprema de Justicia en sus valerosas providencias, lo cual le ha valido el odio de la Casa de Nari y ser víctimas de señalamientos por parte del propio presidente de la república, así como el tratamiento de enemigo dado por las huestes secretas del DAS y diversos organizaciones de inteligencia con las ya famosas ”chuzadas” o seguimientos e interceptaciones telefónicas ilegales.

Lo que está en juego en Colombia en los actuales momentos es si nuestro país sigue por una senda de respeto del estado de derecho, amenazado por el régimen narco-paramilitar de Uribhitler, o si sigue por el camino de la aplicación del fascismo más rampante preconizado desde la Casa de Nari que tiene entre sus más altos ”principios” la más profunda corrupción y la impunidad más absoluta para sus delitos.

El pueblo sabe muy bien de qué lado está. Por lo pronto ha interpuesto 188 demandas contra Uribhitler a nivel interno y 3 demandas ante la Corte Penal Internacional (CPI).

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Fuentes:

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