Presidentes vienen y van, generales vienen y van...

Allende La Paz, NotiColombia Press.

La vida de Manuel Marulanda fue todo un ejemplo para los revolucionarios del mundo. Forjó paso a paso un ejército irregular que aunque los enemigos digan lo contrario, es un ejército popular que los tiene con tremendo dolor de cabeza.

Y como siempre hemos señalado, Manuel Marulanda vió desfilar por la Casa de Nari más de 11 presidentes, que todos sin excepción jugaron a acabarlo, y con él a las FARC. Ni digamos cuántas cúpulas de las fuerzas militares combatió, y a las cuales siempre les ganó. Que sufrió bajas, y quién no en una guerra? Pero lo importante es que siguió adelante con su proyecto de crear el ejército del pueblo (EP) y lo consiguió. Hoy hay una camada de comandantes "viejos" y nuevos , que por cómo manejan las cosas las FARC no los conocemos. Y desde luego, mucho menos sus enemigos.

Todos los generales soñaban que se les apareciera la virgen con la muerte de Manuel Marulanda. Pero Marulanda, como Bolívar, parecía bendito -y lo fué- y ningún plomo lo mordió y le causó la muerte. Es realmente prodigioso que hombres, guerreros, que a pesar de que estuvieron en infinitos combates salieran indemnes. Quién puede desconocer éste inmenso prodigio?

Naturalmente que ”generalitos” y ”presidenticos” que respiran por la herida. No de otra manera se puede entender que los ”generalitos” y ”presidenticos” colombianos, en honor a la verdad, no reconozcan la enorme grandeza de su enemigo. Grandeza que los eleva un poco en su honor, a pesar de ser muy ”chiquiticos”, porque su pequeñez se vé tironeada por la grandeza del hombre que combaten, así sea con armas rastreras.

En ese orden de ideas, los colombianos hemos visto que la oligarquía -ahora devenida en narco-para-oligarquía- se fue quedando sin hombres de talla. La mediocridad se fue enseñoreando de los partidos tradicionales. Hoy no pueden contar con figuras de la talla de Jorge Eliécer Gaitán, Carlos Lleras Restrepo, Alberto Lleras Camargo, Belisario Betancour, Luis Carlos Galán, un poco menos con Misael Pastrana, y tienen que llenar el vacío contentándose con los Turbay Ayala, César Gaviria, Barco Vargas (bendito!), Misael Pastrana, y, ah!, Uribe Vélez (más conocido por Uribhitler).

Y la oligarquía, a quién tiene hoy día? Ninguno de los ”congresistas” descuella por la inteligencia y si por sus actividades mafiosas. Germán Vargas Lleras, ni asomo de lo que fuera su abuelo. JM Santos, ni para ”político” ha servido. Holguín y Noemí, en una ensaladera habría que poner a todos los ”candidatos” conservadores y ni así se llenaría el recipiente. En el partido liberal tampoco vemos, sino un sumum de mediocridades. Pardo Rueda, el palo de la rueda gavirista; Fajardo, un candidato de la mafia del Cartel de Medellín. En fín, entre todos metidos en una licuadora no sacamos uno bueno porque todos, sin excepción, están untados de narco-paramilitarismo y todos son lacayunamente incapaces.

Por su parte, la clase militar ya no puede contar con algunos generales que marcaron historia y tienen que contentarse con personajes de la talla de Óscar ”cocaína” Naranjo (su hermano está pagando cárcel en Alemania por narco), y de Fredy Padilla, y otros más. Del orgullo que alguna vez sintieron los colombianos de sus fuerzas armadas se pasó en la medida que aplicaban el Terrorismo de Estado, como ejército de ocupación, al temor y el odio generalizado entre los campesinos, indígenas, estudiantes, obreros.

En ese panorama sombrío, el pueblo colombiano debe abrir bien los ojos y mirar hacia sus organizaciones populares. En el 2010 debemos ser capaces de construir un gran torrente de colombianos que inscriba nuestro país en los senderos de revolución que caracteriza Suramérica de hoy. No podemos estar fuera de las luchas de nuestros hermanos por unas patrias mejores. Vamos a la lucha con la suficiente conciencia de la necesidad de construir la Patria Grande que soñó nuestro Libertador Simón Bolívar.

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