Realidades políticas y económicas

Por Allende La Paz, Noti Colombia Pres's

La realidad se impone por encima de los deseos o locuras de ciertas personas. Que no debían llamarse 'personas' ya que pertenecen a la ralea de la escoria del submundo de la mafia. Pero, en gracia de discusión, aceptemos que son 'personas'.

Esas 'personitas' creen que ellos 'crean' la realidad, en contra del querer de millones de voluntades que quieren otra realidad. Así ha acontecido con, por ejemplo, el TLC. ¿Cuántos viajes a USAmérica han hecho para hacer 'lobby' y persuadir a la sociedad estadounidense de lo excelente para los gringos si firman el tratado? Uf, miles. ¿Cuántos viajes ha realizado Uribhitler para 'convencer' a los congresistas estadounidenses de las 'ventajas' de firmar el antinacional -para Colombia- tratado?

Pero la realidad es otra a como se la imagina el narco-paramilitar presidente colombiano. La realidad que ellos han creado, con la orientación de los 'halcones' del imperio, viene y da al traste con lo que ellos mismos sueñan. Firmar el TLC. Los muertos por ellos asesinados regresan del más allá y señalan que en las condiciones actuales en donde impera el irrespeto a los derechos humanos es imposible para una nación decente firmar un TLC con Colombia.

Y esa es una realidad que se colige de la aplicación del Terrorismo de Estado y la DSN, centro neurálgico de todas las violaciones de derechos humanos en Colombia. Que nunca y en ningún momento previeron los aplicadores de las nefastas doctrinas.

Igualmente ha sido su posición en 'políticas internas'. Uribhitler y su 'camorra', creen que lo que ellos niegan no existe. Han pretendido invisibilizar los miles de muertos del Terrorismo de Estado, pero paradójicamente es Sergio Caramagna, delegado de la OEA a los 'sainetes de Ralitos' dizque para 'firmar la paz' con los narcoparamilitares, quién informa que la aplicación de estas doctrinas ha dejado la escalofriante cifra de 147.000 colombianos asesinados por el Terrorismo de Estado.

Esos muertos queridos por nosotros por cuanto son de nuestra propia entraña, regresan al mundo de los vivos y con su energía nos señalan senderos de lucha por la justicia. Por ello, la labor de los sindicalistas, del Movimientos de familiares de víctimas del Terrorismo de Estado, de los líderes populares, estudiantiles, etc, ha dado sus frutos, parciales todavía, porque serán totales cuando los responsables del baño de sangre a que han sometido a los colombianos paguen sus crímenes de Lesa Humanidad.

Semejante posición ha adoptado Uribhitler y su 'camorra' -José Obdulio, el 'cerebro' del mal-, sobre el Acuerdo Humanitario o Canje de Prisioneros. Durante los primeros 4 años de tiranía fascista-mafiosa se negó rotundamente a propiciar espacios para el Intercambio, y eso que los había. La realidad de su cerebro lo hacía posar como Uribhitler, el sucesor del verdadero Hitler. Cuando vió que le podía sacar provecho para el segundo fraude, entonces comenzó a hablar del Intercambio, pero sí que no, convirtiendo el sufrimiento de los familiares de los prisioneros de parte y parte en carta electorera.

Hoy plantea que está de acuerdo con el Intercambio o Acuerdo Humanitario, pero que 'el único Acuerdo que acepta es la liberación de todos' los prisioneros, en evidencia que la 'realidad' del cerebro de Uribhitler está 'out side', como dicen los siquiatras. Solo una persona loca, demente, orate, puede 'elaborar en su cerebro' un acuerdo sin que haya acuerdo, un intercambio sin que haya intercambio.

Y es que definitivamente hay que estar loco para convertirse en peón de la mafia. Ser mafioso y pretender esconderlo es una condición siquiátrica, es una especie de esquizofrenia. Está partida su 'realidad' y creé que lo que su cerebro enfermo 'elucubra' es la realidad. Pero no nos confundamos. Uribhitler es completamente consciente de su 'siquiatría', de su enfermedad. Sólo que como todo enfermo siquiátrico, vive feliz en su mundo. Ilógico, asesino, inmoral, pero ese es su mundo.

Pero contrario a esa enfermedad de Uribhitler, los colombianos de bien ansiamos, anhelamos, deseamos y trabajamos por un Intercambio Humanitario -toma tú los tuyos, dáme tú los míos-, que sea como la 'primera piedra' para avanzar en la búsqueda de una salida política al conflicto interno que vive Colombia por cuenta de una narco-para-oligarquía y el imperio.

Porque la Paz es el futuro de Colombia y del mundo. Y la Paz la convertiremos en nuestra realidad por encima de las 'realidades' de enfermos mentales que tomaron por asalto el Palacio de Nariño. Júrelo!

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