Uribhitler no entiende qué es la Paz

Allende La Paz

Delira. Está out side. No hay otra manera de calificar las declaraciones de Uribhitler en el 'conejo' comunal de Villavicencio -como le dicen en el programa 'La Ponzoña' de Café Stéreo-, en el cual dice que hay un 'bloque intelectual de las FARC' que 'no se atreve a defender a las Farc, sino con su cuentico de la paz'.

La diatriba va dirigida contra los intelectuales del mundo entero que han escrito sobre la Paz en Colombia y de la posición de las FARC sobre cómo llegar a esa paz. Entre los cuales me incluyo yo y por tanto, le respondo al narco-paramilitar presidente Uribhitler.

Señor Uribhitler, perdone usted, pero la Paz, como la entendemos los que pensamos en la necesidad de buscar salidas diferentes a la guerra en Colombia, no es ningún 'cuentico'. Es un anhelo verdadero del pueblo colombiano, quién es en últimas el gran sacrificado por sus políticas perversas y dementes. Porque ese anhelo verdadero no lo sienten los padres que pertenecen a la narco-para-oligarquía porque sus hijitos de 'papi y mami' no van a la guerra. Una sola pregunta, señor Uribhitler, ¿sus hijos pagaron el servicio militar obligatorio? O, ¿lo pagarán en algún momento? Los hijos de su íntimo círculo de 'gobierno', ¿alguno de ellos ha pagado el servicio militar obligatorio? Otra pregunta: ¿Tiene hijos en edad de pagar el servicio militar obligatorio su 'asesor' José Obdulio Gaviria -primo de Pablo Escobar?

¿Puede usted, señor Uribhitler, mostrar su libreta militar? Con seguridad es de segunda clase. ¿Puede mostrar su ministrito de guerrita, Juan Manuel 'La Hiena' Santos, en que zonas de guerra estuvo cuando pagó el servicio militar? ¿Puede mostrar en qué operaciones militares estuvo? ¿En cuántos enfrentamientos con la guerrilla? ¿Fue herido alguna vez?

Pregunto: ¿Por qué ninguno de los hijos de presidentes, ministros, congresistas, magistrados, de los 'altos funcionarios del estado', ha pagado el servicio militar obligatorio? ¿Por qué?

No lo han hecho, primero, porque la oligarquía antes, y la narco-para-oligarquía de ahora, han sido supremamente cobardes. Cobardes para defender sus intereses. Y enrola a la fuerza a los hijos del pueblo, los soldados, para que vayan a pelear una guerra que no es de ellos, defendiendo unos intereses que no son de ellos. ¿Quiere una prueba? En una ocasión el ex general Bonett Locarno dijo a una prestigiosa revista colombiana que los militares existían para 'cuidar las fincas de los ricos de Colombia'. Es cierto.

Y no lo han hecho, segundo, porque la guerra es bien arrecha, bien jodida. Es que eso de pasar hambre, de aguantar agua, o sol, o caminar y caminar extenudados cientos, miles de kilómetros, para combatir a un 'enemigo' que ese también tiene armas para responder a las que poseen los soldados, eso repito, es bien, pero bien arrecho. Más arrecho que les maten a los 'hijos de papi y mami'.

Por esas razones, para nosotros, la Paz no es un 'cuentico'. Porque la guerra es desarrollada por individuos que son homo demens. La paz verdadera no es solamente silenciar los fusiles. No señor! La paz es solucionar las causas que dieron origen a la guerrilla. La paz es que haya trabajo para todos. La paz es que todos los colombianos tengan acceso a la salud, a la educación.

La paz, señor Uribhitler, es que ningún niño se muera por ingerir agua no potable porque usted recorta el presupuesto nacional a la salud para gastarla en la guerra, que usted psicopáticamente adelanta porque no quiere reconocer que a su padre lo asesinó la propia mafia antioqueña. En cambio, se gastan más de 20 millones de dólares diarios en la guerra, en comprar 'jugueticos de guerra', jugueticos que matan. Jugueticos que ellos no usan porque 'la guerra es horrorosa'.

La paz, señor Uribhitler, es que todos los niños tengan acceso a una vivienda digna, que ningún niño sea víctima de la explotación del trabajo infantil (2,5 millones niños la sufren en Colombia).

La paz, señor Uribhitler, es que nigún niño, ni ninguna persona, se acueste sin haber comida nada en el día. Es poder comer sus alimentos balanceadamente. La paz es muchas cosas más. Muchisisísimas más...

Sabe, usted señor Uribhitler, ¿por qué los gobiernos oligárquicos no han llegado a un acuerdo con las FARC, por ejemplo? Porque las FARC plantean la necesidad de que en los diálogos para alcanzar la paz es necesario entrar a solucionar los ingentes y endémicos problemas de los colombianos. A nivel economíco, político, social. Ellas, las FARC, no están pidiendo ministros ni curules en el Congreso, o embajadas en el extranjero. No. Las FARC plantean sencillamente que los que han originado el problema entren a ser ellos los que den más de sí para solucionarlos. Y que los acuerdos logrados queden estampados en la creación de un nuevo país, una Nueva Colombia.

Y, como los 'intelectuales', entendemos la justeza de la posición de las FARC, que es plenamente coincidente con nuestros propios pensamientos y concepciones, entonces por eso nos ataca el señor Uribhitler. La diatriba va contra todos los 'intelectuales', especialmente contra COLOMBIANAS Y COLOMBIANOS POR LA PAZ. Y sabemos que cuando los fascistas y la mafia amenazan en algún momento desencadenan el operativo para asesinar a los por ellos señalados. Así hacía -y hace?- Jorge Noguera Cotes en el DAS. Por ello lo hago responsable de cualquier accidente, atentado, atraco, etc, etc, que le pueda suceder a alguno de los miembros de COLOMBIANAS Y COLOMBIANOS POR LA PAZ.

Ante esto, cobra mayor vigencia la propuesta hecha en artículo anterior de realizar una jornada nacional por la Paz, con participación de todos los sectores: Partidos políticos, organizaciones sindicales y gremiales, iglesias, mujeres, hombres, niños. Todo el mundo.
Porque la paz definitivamente es algo más que silenciar los fusiles... es vivir la vida dignamente como seres humanos.

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