De traidores a sus pueblos y falsos voceros

Allende La Paz, NotiColombia Press

La soberanía es lo más preciado para un verdadero patriota. Yo diría que lo más sagrado. Por ello la posición que se asuma o no con respecto de la soberanía definirá si se es patriota o traidor. Evidentemente en latinoamérica tenemos ejemplos de uno y otro.

Son los casos de los presidentes de Ecuador y Colombia. Rafael Correa y Álvaro Uribe Vélez. Un patriota y un traidor. Un luchador por la soberanía nacional y un entregador de ella. Un defensor de su país y otro que lo entrega a pedazos para salvarse él.

Correa se ha levantado dolido por la violación de la soberanía de su país por parte del régimen colombiano el 1o de marzo del 2008, y ha considerado además que la Base de Manta que tenía -ya se van- los Estados Unidos hollaba su suelo patrio. Uribe en cambio le facilita no una sino 5 bases militares para que los Estados Unidos realizen en ellas lo que les dé la gana e incluso puedan atacar a los países hermanos con total impunidad.

Rafael Correa le notificó a Estados Unidos que la base sólo funcionaba hasta este año y sobre él llovieron rayos y centellas, pero él se mantuvo firme. Uribe en cambio firmó los permisos a los Estados Unidos (y más), incluso sin conocimiento del Consejo de Estado. El pueblo colombiano lo ha enjuiciado: traidor!

El presidente del Ecuador sabe lo que tiene que hacer para defender la soberanía y para gobernar a su país, un país que vive en paz; en cambio el narco-paramilitar presidente colombiano no defiende y, por el contrario, entrega la soberanía nacional, regala los recursos naturales y asesina su pueblo aplicando las recetas progringas de la Doctrina de Seguridad Nacional y el Terrorismo de Estado desarrolla una guerra apátrida.

Ese mafioso, paramilitar, y apátrida individuo ni siquiera sabe conducir al país. Así se desgañite tratando de convencernos es un apátrida traidor a su país. En el caso de los prisioneros en poder de las FARC, por ejemplo, le importa un rábano la suerte de esos pobres hombres que tuvieron la desgracia de caer prisioneros defendiendo una idea falsa de la patria y la soberanía nacional.

Por ello recurren a frases huecas, como esa de que ”en la liberación de los secuestrados, voceros son el presidente y el comisionado”, como si los colombianos fuéramos tontos de no saber qué es un vocero. Vocero podría ser el comisionado, pero el narco-para-presidente es el ´determinador´ -con USA como determinador principal- de todo el apestoso tratamiento que le ha dado al hecho de que servidores de la ´patria´ hayan caído prisioneros en manos de las FARC.

Semejantes estupideces son preseentadas por los medios terroristas mediáticos al servicio de la Casa de Nari como unas genialidades, las cuales son despedazadas por personalidades como Adolfo Pérez Esquivel y cientos más, que le dicen a Uribhitler como es que la cosa se hace.

Definitivamente la desgracia de Colombia fue haber caído en manos de ésta oligarquía satanderista que a más de su incapacidad sobresale por lo lacaya y cipaya que es. En América Latina se está viendo la fuerza de sus pueblos que luchan por su soberanía nacional, libertad e independencia. Y esto es incomprensible por los Uribhitler de todos los pelambres.

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