Dos realidades, dos mundos

Monday, 21 de July de 2008

Ha pasado la fiebre. El cuerpo del cuál era presa sigue sufriendo los rigores de su enfermedad terminal. Corrupción total. Ya se oyeron las promesas mil veces incumplidas, ya gritaron voz en cuello las mentiras de siempre. Mostraron qué tan divididos estamos. Ricos, burgueses, y pueblo. Dos realidades, dos mundos.



ANNCOL



Hubo los oportunistas de siempre sacando pecho y prometiendo la paz. Pero la paz de los sepulcros, la pax romana. Aún están recientes los cadáveres de Raúl Reyes, Iván Ríos y Guillermo Rivera Fúquena, el 32 sindicalista asesinado este año 2008 y ya van más de 2.800 desde 1986. Ahí están frescos los cadáveres de los indígenas del Cauca. Ahí están frescos los cuerpos de la Comunidad de Paz de San josé de Apartadó, que siguen siendo amenazados por el ejército. Ahí están los muertos por el régimen... todos!

En Álvaro Uribe Vélez -el Uribhitler- no es posible creer. El que quiera hacerlo, obnubilado su entendimiento por la alharaca del espectáculo, que lo haga. Pero el pueblo, los revolucionarios de verdad, no. Jamás podremos creerle. Por sus hechos los conoceréis. Y a este le hemos conocido sus relaciones mafiosas y narcoparamilitares desde hace mucho tiempo. Y los mafiosos no tienen palabra.

El espectáculo sólo ha servido para profundizar la división entre colombianos. Menos de una tercera parte que 'apoya' un proyecto fascista y mafiosa, y las dos terceras partes que los 've pasar y pasar', como en la canción de Piero. Veíamos las chicas bien, bien alimentadas, bien vestidas, luciendo joyas, manifestando su odio, quizá porque creen que el pueblo hambriento le quitará el bocado de su boca. Vimos un rimbombante espectáculo. Pero la realidad estaba ahí, en la superficie y en la profundidad. Dos realidades y dos mundos.

Los papeles y los discursos han sido dichos y no hay nada nuevo. Palabrería inútil que a nada conduce. Verborrea insípida que a los segundos se olvida. Si acaso queda el 'qué bonito cantó...'. Y una que otra frase huera de 'el amor' que todo lo alivia, quizá tratando de desarmar la denuncia de su odio. Y ya desmontado el máximo espectáculo, en el cual invirtieron millones de pesos que bien hubieran servido para 'matar' el hambre de una parte del 70% de pobres de Colombia, sigue la explotación, sigue el hambre, sigue la miseria, sigue la exclusión, sigue la falta de empleo, sigue la falta de todo. Y lo poquito que tienen se los arrebatan los ricos, hasta la vida.

Pero la enfermedad terminal ha invadido todo el cuerpo del régimen y estatal. Narco-para-política que sigue insidiosa avanzando. La yidis-política sigue demostrando que Uribhitler es además de mafioso, o quizá por eso, ilegal e ilegítimo. Siguen los asesinatos adelantados por las fuerzas militares-narcoparamilitares del estado (no hay de otro). Sigue el sufrimiento y el dolor y el llanto de los colombianos víctimas de masacres, desapariciones, ejecuciones extrajudiciales, desplazados. A estos no los consuela una canción, no los consuela una guitarra bien tocada, no los consuela ninguna creación del espectáculo. A ellos solo les paliaría su sufrimiento la verdad, la justicia, la reparación.

Ha pasado el espectáculo y los colombianos, el pueblo colombiano, sigue su lucha por construir una Nueva Colombia en paz con justicia social, democracia, libertad, independencia, pluralismo y soberanía nacional.

Ya pasó 'la dicha' momentánea y el dolor sigue... A la lucha!

ALP

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