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7/30/2008
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La paz, ayer y hoy. El postconflicto antes de la solución del conflicto.miércoles, 30 de julio de 2008
La lucha por la paz es la única constante en la historia colombiana de mitad de siglo 20. Y es las FARC la artífice de esa lucha titánica. No se puede hablar de postconflicto sin haber superado el conflicto.
ANNCOL
Hablar de Paz en Colombia es hablar de las FARC-EP. Así es la cuestión. No hay otra disyuntiva. Porque como decíamos en artículo anterior con título 'Plan Colombia, Marulanda y política de paz de las FARC-EP ', publicado naturalmente en ANNCOL y ABP, desde su nacimiento las FARC han ido fraguando la paz a golpe de fusil, por paradójico que le parezca a algunos.
Las FARC han propuesto diálogos de paz desde sus inicios y hace ya algunos años se veía obligada a realizar acciones de fuerza desarmadas para llevar a los gobiernos de turno a la mesa de diálogos. La búsqueda de la paz al obligar al Estado a 'oír' a la insurgencia en acciones adelantadas por los guerrilleros acompañados de sectores de la 'sociedad civil' que apoyaban esos esfuerzos.
Así como cuando la embajada venezolana en Bogotá en abril de 1991, situación que es muy bien reseñada por los guerrilleros farianos Jesús Santrich y Rodrigo Granda en un artículo largo pero necesario, llamado 'El diálgo como alternativa de paz: una constante en la política de las FARC-EP ', que nos permite entender el difícil camino que ha transitado la Paz. Y quién más sino los que han estado en la lucha por alcanzarla, como Santrich un verdadero erudito en el tema y como Granda que en su labor de 'canciller' tenía contactos con gobiernos y personalidades del mundo entero. Dupla que jugará un papel trascendental bajo el mando de Iván Márquez, otro de los grandes conocedores del tema Guerra y Paz, quien ha sido encargado por el Secretariado Nacional de las FARC para comandar la Comisión Internacional.
Evidentemente que tenemos que hacer, además de al Comandante Manuel Marulanda, el reconocimiento del aporte valiente del comandante Raúl Reyes, quien le apostó totalmente a la paz y en esa apuesta fue asesinado infamemente por el gobierno de Colombia en una acción que todo el mundo sabe fue ejecutada por personal militar estadounidense en territorio ecuatoriano, violando la soberanía nacional del hermano país. Nadie más que él, Reyes, conocía tan bien a las personalidades de los pueblos que eran realmente partidarios de la paz en Colombia, y en su trasegar de tantos años tuvo también contactos con gobiernos, que quizá en la histeria uribista e imperial del momento serán judicializados por las fiscalías de sus respectivos países a pedido del amo imperial.
Esos tiempos de acciones obligatorias para sentar al gobierno de turno a la mesa de diálogos son cosa del pasado y las FARC en el día de hoy cuenta con un reconocimiento mundial de organización alzada en armas legítimamente para combatir al régimen narco-paramilitar colombiano que practica el Terrorismo de Estado. Ya hoy el estado colombiano no puede esconder el conflicto interno -así se desgañite gritando que no existe y lo que hay es una organización 'terrorista'- y diversos países de la comunidad internacional miran con estupor, cuando no con mal disimulada sonrisa, esos intentos y reconocen tácitamente el derecho legítimo de las FARC a luchar contra las desapariciones forzadas, las masacres, los asesinatos selectivos, los desplazamientos, la expoliación de tierras, amén de los altos índices en pobreza y miseria, desnutrición y hambre, muerte infantil y muerte de adultos, desescolarización creciente, déficit de viviendas, servicios públicos, etc., es decir, el Terrorismo de Estado al cual ha sido sometido el pueblo colombiano.
Hoy las FARC devela los histéricos pronunciamientos del gobierno de Uribhitler en torno de la Paz y el Intercambio y sabe que como en los años de "la resonante operación “Centauro Dos” con sus millonarios gastos, quedó como un grave error de este gobierno (Gaviria), que a tiempo que habla de paz ejecuta la guerra…” Así nadie se deja 'meter los dedos en la boca' por el régimen narco-paramilitar, y mucho menos las FARC, y todos los colombianos sabemos que ellos 'hacen gárgaras' con la paz y en cambio gastan 20 millones de dólares diarios en la guerra, sin logar vencer la resistencia de unas guerrillas que son eso, guerrillas móviles.
Esta doble cara del régimen colombiano pone de presente que es inútil dialogar con quien no quiere la paz, con quien no quiere llegar a ningún acuerdo, con quien no reconoce las causas que originaron -y originan- el nacimiento, crecimiento y desarrollo de la insurgencia armada, y en los momentos actuales las FARC cuenta con un acumulado histórico que le permite decir a todo el mundo que quien no quiere la paz es precisamente el régimen narco-paramilitar oligárquico.
'Cuchareta, en donde no quepas no te metas'. Por eso sabemos que la paz no necesita de sabios analistas que negociaron la entrega de sus hermanos de armas y se fueron a vivir como 'profesores' de Oxford la vida burguesa que siempre ansiaron en el monte (¿Estuvo realmente allí alguna vez?). Tampoco de 'investigadores' que desde París se dan el lujo de 'opinar' del estado actual de las insurgentes FARC y nunca se han ensuciado de barro de los caminos rurales para conocer así sea por 10 días a la organización 'objeto' de su estudio y que, quizá, ellos vislumbran desde sus cómodos apartamentos y sus mullidas camas Luis XV cómo duermen, cómo caminan, cómo comen, cómo consiguen su sostenimiento, etc, etc., lso guerrilleros de las FARC-EP. Porque contrarios a estos 'investigadores', sabemos que en el mundo hay académicos que se han propuesto escribir libros sobre las FARC y la lucha guerrillera en Colombia, y desean para darle el carácter verdadero de análisis marxista -el que toda investigación debe tener, sino está viciado de realidad- conocer en profundidad el pensamiento de las FARC en su ambiente natural, el monte.
El régimen narco-paramilitar de Uribhitler cree, sueña, con la quimera de vencer militarmente a las FARC, de exterminarla y como bien le dijo el narco-paramilitar presidente a Jan Egeland (libro "A billion lives"), citado por Copete: ""No, no tendré ningún contacto, diálogo o conversación con las FARC hasta que no hayamos destrozado su capacidad de ofensiva militar." Y como también lo plantea en su escrito Salvador Copete, "¿Es una opción la lucha armada? ", "cuando los jefes han sido consecuentes con los principios hasta el final y caen con las botas puestas, como es el caso de Marulanda y Reyes, aún después de muertos siguen ganando batallas. Si no, que le pregunten a los asesinos del Che".
En el momento presente, con una organización con sus estructuras funcionando casi al ciento, sin haber sido tocadas en su profundidad, las FARC tienen intacto su poderío y están realizando lo que 'le gusta al guerrillero', combatir. Claro que el régimen narco-paramilitar tiene que contentarse con los 'triunfos' mediáticos, bien resonados por los medios terroristas mediáticos colombianos, que venden su alma 'por un tercer canal', y por ello vemos todos los días noticias que nadie entiende si se sigue por la propaganda oficial estatal. ¿Cómo así que están 'derrotadas' y hay golpes en Arauca, Antioquia, Cauca, etc? ¿Cómo así que están en el 'fin del final' y todos los días 'decomisan' armas, minas 'quiebrapatas', municiones, plata, de las FARC? ¿Cómo así que están derrotadas políticamente y su voz es escuchada con suma atención por la comunidad internacional? ¿No lo cree? Y entonces ¿por qué los medios colombianos y extranjeros, las agencias, los portales de internet, etc, cada día están 'produciendo' cientos de artículos, estudios, entrevistas, etc, sobre las FARC?
Pero lo que más llama la atención es que ya los medios terroristas mediáticos colombianos hablan del 'Postconflicto en Colombia' cuando no se ha llegado a superar ni siquiera el conflicto y ponen a 'redoblar campanas' por las FARC. ¿Por qué será ese afán de 'matar al muerto vivo'? ¿Por qué hablar de post-conflicto si ni siquiera el régimen es capaz de superar el conflicto? ¿Por qué hablar de post-conflicto si el régimen narco-paramilitar de Uribhitler y Santos ni siquiera reconoce el 'conflicto'? Definitivamente un régimen narco-paramilitar que incapaz de superar el conflicto mucho menos va a ser capaz de adelantar el post-conflicto. Porque en el post-conflicto se tendrán -cuando lleguemos allá después de los diálogos de paz- que 'atacar' precisamente las causas que permitieron el nacimiento de las FARC. Es decir, exclusión política, injusticia social, inequidad económica. El largo y oscuro túnel en el cual la oligarquía mafioso-tradicional ha metido al pueblo colombiano. Es más, no se puede hablar de post-conflicto cuando la oligarquía mafioso-tradicional es incapaz de salir del túnel oscuro y de muerte en que ella misma se ha metido por cuenta de su accionar mafioso (narcotraficante) y paramilitar, o sea, la narco-para-política uribista, la yidis-política, la corrupción de todos los estamentos estatales.
La oligarquía colombiana sigue siendo sorda y ciega a los requerimientos de la insurgencia armada en búsqueda de la paz, los llamados diálogos de Paz. Lo que diferencia ayer de hoy es que hay una comunidad internacional que ha entendido de plano la necesidad imperiosa de alcanzar una paz verdadera a pesar de los gobiernos oligárquico-mafiosos. Mientras tanto los guerrilleros de las FARC saben que cada acción que realizan, a golpe de fusil contra las fuerzas imperiales y oligárquicas, los acerca a la Paz con justcia social, democracia, pluralismo, libertad, independencia y soberanía nacional. O sea, a la Nueva Colombia que ansiamos todos los colombianos. Y todos sabemos que hay que construir un Nuevo Gobierno en Colombia.
Porque la paz es nuestro futuro.
ALP
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