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4/14/2008
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¿Quiénes hacen la guerra en Colombia? Parece que toca aclarar quiénes hacen la guerra en Colombia. Porque se han escuchado voces que creen que la guerra la hacen ‘animas benditas’ del purgatorio. O los militares solamente.
Por Allende La Paz, ANNCOL
En Colombia la guerra la hace el Estado. Desde que abrazaron la Doctrina de Seguridad Nacional (DSN) y sus desarrollos, Doctrina del Conflicto de Baja Intensidad y Documentos Santa Fé. Que son las doctrinas que trazan la pauta para adelantar una guerra contrainsurgente, que mira y trata a la población civil, campesinos, obreros, estudiantes, amas de casa, niños, como su ‘enemigo interno’, al cual hay que masacrar inmisericordemente.
El estado es el aparato que tiene la oligarquía colombiana para imponer sus políticas de gobierno al pueblo. Y ese estado está conformado por hombres y mujeres cuya actividad política tiene como objetivo seguir manteniendo el poder para su clase oligárquica y para el imperio ante el cual está postrado. Y para seguir manteniendo el poder, la oligarquía y el imperio no respetan nada, ni el derecho a la vida.
El ejecutivo es el encargado de ejecutar esas políticas. Desde hace más de 42 años las políticas de los sucesivos gobiernos es adelantar la guerra, además de los consabidos planes económicos diseñados desde los centros de poder del imperio, cuyo objetivo eran –y son- expoliar las riquezas naturales de nuestros pueblos.
Recordamos así por encimita la implantación del neoliberalismo mediante la más atroz represión, que César Gaviria llamó eufemísticamente ‘Apertura Económica’. También el ALCA y ahora en el régimen narco-paramilitar de Uribe Vélez el ‘congelado’ TLC.
Cada tanto los sucesivos gobiernos declaran al pueblo la guerra –o a las FARC, que es lo mismo-. Recordamos ‘Estatuto de Seguridad’ de Turbay Ayala, la ‘Guerra Integral’ de Gaviria, el ‘Plan Colombia’ de Andrés Pastrana, y sus sucedáneos, ‘Plan Patriota’ y ‘Plan Consolidación’ de Uribe Vélez. Y con cada ‘plan’ va el asesinato de cientos de miles de hijos del pueblo, con la excusa de acabar con la ‘insurgencia’. Muertos que son ‘civiles’, ‘sociedad civil’, que son masacrados, desaparecidos, asesinados extrajudicialmente, por las fuerzas militares-narcoparamilitares, el aparato de represión que ellos monstruosamente han creado.
El legislativo en Colombia es un legislativo al servicio de la guerra. Involucrado profundamente en ella. Es partícipe de la guerra. Aprueba todos los presupuestos para la guerra y se inmiscuye directamente en ella. La prueba está en los 30 congresistas presos por el escándalo de la narco-para-política uribista y en los más de 53 encartados por la Corte y la Fiscalía. Pero casi todos –con las excepcionales excepciones- los llamados de la ‘clase política’ están hasta los tuétanos comprometidos en la guerra contra el pueblo.
Además el legislativo aprueba todos los gastos de guerra que el ejecutivo decide. No vengan con el cuento que es el Ejecutivo quien decide. No. Entre todos, legislativo y ejecutivo deciden la guerra. Uno la dirige, el otro la legisla. Y el otro poder, el Judicial, aplica las leyes que el Legislativo aprueba por orden del Ejecutivo. ¿Acaso no han visto por ejemplo las interpretaciones que le dan al ‘delito político’?
De entre el legislativo, hay pocas, poquísimas personas que pueden decir que no participan en la Guerra contra el pueblo. Desde terratenientes, empresarios, narco-emergentes, etc, todos aprueban la guerra contra los pobres, el pueblo. A todos beneficia la guerra contra el pueblo.
Entonces en Colombia podemos hablar de que el pueblo ha desarrollado sus formas de enfrentar está violencia aplicada desde el estado. Son las guerrillas. En el momento están las FARC y el ELN. Pero Colombia ha tenido cantidad de guerrillas. Las liberales y las ‘comunistas’ durante ‘La Violencia’. En la llamada segunda ‘Violencia’ tenemos el Quintín Lame, el M-19, el EPL, los llamados PRT, todas ellas han depuesto las armas a costa de unos puestos en el aparataje oficial, sin tocar siquiera una de las causas que originaron su surgimiento. Económicas, políticas, sociales.
Y en el momento presente, por primera vez en la historia colombiana, la guerra toca a quienes la agencian. Los miembros de la ‘clase política’ que han sido retenidos por la guerrilla corresponden al análisis que ellas –la guerrilla- hacen de la realidad colombiana. Que es muy diferente a la realidad brasilera, venezolana, ecuatoriana, argentina, etc.
Las FARC desde hace mucho tiempo venía entregando a los militares vencidos en combate. Después de analizar que no había correspondencia por parte del estado con sus guerrilleros detenidos, entonces deciden capturarlos. Pero tampoco encontró respuesta. Siempre las FARC realizaban las entregas unilaterales. Sólo Pastrana realizó un intercambio medianamente exitoso. Pero no con el énfasis necesario. Creyó que con los retenidos de las FARC sería como con los militares y policías. De Mentirijillas.
Porque la situación de los militares y policías retenidos por las FARC es bien diciente. Esos son los retenidos de los que nadie habla, nadie a excepción de las FARC, paradójicamente. Esos son desechables. Por ello ante el desdén del estado por sus retenidos, las FARC deciden la retención de miembros de la ‘clase política’, más los militares y policías capturados en combate, a fin de forzar el intercambio y hacerlo un mecanismo en el entretanto dure la confrontación. Pero al régimen narco-paramilitar de Uribhitler le tiene sin cuidado la suerte que corran los retenidos en poder de las FARC. Para el régimen son desechables. Como igualmente son desechables son los tres militares gringos en poder de las FARC, total esos son ‘contratistas’ y ellos sabían ‘a que iban’.
Así las cosas, quizá sólo reteniendo al propio presidente del régimen narco-paramilitar sea posible adelantar el Intercambio de Prisioneros. Y una vez retenido Uribhitler, una vez en poder de las FARC, ya para qué… porque ahí terminaría la guerra!
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