Las FARC, las FARC, las FARC



jueves, 05 de junio de 2008

¿Por qué las FARC? Porque el pueblo colombiano y todos los pueblos del mundo admiran a Manuel Marulanda y apoyan a sus Manuelitos.






ANNCOL

En tan sólo la edición digital de El Espectador podemos ver en primera página de hoy: ‘Los amigos extranjeros de las FARC’, ‘Colombia no es la amenaza, la amenaza son las FARC’ y ‘Emboscada de las FARC en Quindío deja tres policías muertos’, ‘Corte aún no ha recibido información completa sobre computador de Reyes’.

Y es que es tal la inquietud de los medios del ‘terrorismo mediático’ que al tratar de asustar a los colombianos y al mundo, los asustados son ellos. Ya vimos al narco-paramilitar presidente Uribhitler con voz plañidera diciendo a los miembros de la OEA que ‘por favor, ayúdennos’. Pero ‘ayúdennos’ ¿para qué? ¿Para resolver el problema de la educación en Colombia? ¿Será para que lo ayuden a darles escuela a los 2,3 millones de niños que no van a la escuela? ¿Para resolver el problema de los 2,5 millones de niños víctimas de la explotación del trabajo infantil? ¿Será para darles agua potable a los niños y evitar así que mueran 20.000 cada año?

No, no, nada de eso! Pide ayuda para ‘acabar con las FARC’, las cuales están compuestas por miles de jóvenes campesinos que se vieron obligados a ‘tomar el fusil’ para preservar sus vidas. Si, sus vidas. Sus vidas porque si no eran asesinados por las fuerzas militares-narcoparamilitares, estaban a condenados a morir de hambre y en la más espantosa pobreza.

Nuestro pueblo necesita de ese hálito de esperanza que son las FARC. Razón tiene la senadora Piedad Córdoba cuando dice que Colombia necesita "muchas María Cano vivas, muchos Camilo Torres vivos y muchos hombres que sean capaces de resistir la lucha así como lo hizo también 'Manuel Marulanda', luchando contra el establecimiento".

Porque para lograr la Paz en Colombia necesitamos el concurso decidido de los colombianos del pueblo, porque es sabido que la oligarquía sólo le apuesta a más guerra que es el dictado del imperio estadounidense. Y ya hemos vencido el terror en que nos tenían sumido. Ya no le tenemos narco-paramilitar presidente. Los tiempos en que se paseaba engalladito por todo el país se acabaron!

"A él no le tenemos miedo, ya no lo respetamos, que es otra cosa, porque fuera de que es paramilitar y el jefe del paramilitarismo en este país, cogió los recursos públicos de Colombia para entregárselos a unos parlamentarios (...) para comprarlos y lograr que en el Congreso se modificara la Carta Constitucional para permitir lo que han sido otros dos años de oprobio en Colombia", dijo la valerosa senadora Córdoba.

Por eso los estudiantes, con toda la energía que da la juventud, frentearon al narco-paramilitar presidente en Cartagena, como bien se reseña en otra nota en ANNCOL. Pero todo el pueblo debe rodear a este y estos jóvenes porque del mafioso y asesino presidente se espera todo, hasta que los mande a matar. Máxime cuando ahora todo se le está derrumbando ante sus ojos.

Narco-para-política, ‘Yidis-política’, denuncias de corrupción tradicional. Lo más podrido de Colombia está representado por este engendro del mal. Y lo peor es que pretende ‘eternizar’ su visión malévola. Quiere que su ‘sucesor’ siga su política de in‘seguridad democrática’. Y, claro, cualquiera de los dos que están en el partidor por la carrera presidencial seguirá esa política porque ella representa el querer de la oligarquía –tradicional y mafiosa- y la del imperio estadounidense.

Pero el pueblo también está organizándose. Ya no le teme al señor de los Avernos. Aún cuando sus bestias narco-paramilitares están vivas y siguen matando sindicalistas, maestros, políticos de izquierda, etc, etc. Aún cuando los gringos quieran ‘traer la base de Manta para Tolemaida’, cuando la verdad es que hace años están allí y en Arauca, Putumayo, Guainía, Caqueta, Juanchito, Puerto López, etc, etc. La CUT se fortaleció en sus recientes elecciones. El PDA continúa adelante con su proceso de lucha ideológica interna contra los sectores traidores al ideario popular. Los maestros y estudiantes están ganando la calle y hasta los ‘Centros de Convenciones’.

Y las FARC siguen firmes, combatiendo a la oligarquía cipaya y al imperio estadounidense invasor. Y gústeles o no, las FARC tienen la simpatía de los pueblos del mundo.

ALP

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